Ha pasado mucho tiempo y no me acuerdo si lo oí en las clases de Carlos Petorutti, o en las de Juan Carlos Smith hijo (Cátedras de Introducción al Derecho, Universidad Nacional de La Plata). Dos grandes profesores de mi época iniciática, no tan lejana, junto con otro maestro que siempre recuerdo: Matías Arteaga. Como fuera, capaz que el chisme no sea más que una leyenda urbana, pero el espíritu galante y algo dulzón de la fecha amerita una evocación alusiva en este día de San Valentín.
La cosa es así. Dicen que estaban debatiendo Kelsen y Cossio, en la famosa visita de Kelsen a la Argentina. No tengo referencias exactas de cuando sucedió, pero es circa 1950. En una conferencia pública, Cossio mantenía a toda costa su conocido concepto del derecho como "conducta humana en interferencia intersubjetiva", y Kelsen arrugaba la nariz, no muy convencido de la definición. Empieza un intercambio directo de opiniones, en la lengua común que ambos dominaban, el francés. Salteando las contraobjeciones teóricas del austríaco, Cossio insiste en su punto y desafía a su polemista a que le diera un solo ejemplo de "conducta humana en interferencia intersubjetiva" que no fuera derecho. Kelsen, viejo zorro, deja espacio para un silencio, mira de soslayo a la audiencia, y dice, sobrador, "C´est facile, Monsieur... l´amour". El amor. Kelsen 1, Cossio 0.
Eso es, conducta humana en interferencia intersubjetiva. Piénsenlo.
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Ver una breve biografía de Carlos Cossio, escrita por Dante Cracogna, gentileza de la Revista del Colegio Público de Abogados de la Capital, en dos partes: este link contiene la primera y este otro la segunda. Hay muchos fanáticos de él en la Argentina, pero siempre creo que Cossio, acaso demasiado cerrado en su propio sistema en su producción escrita, no ha tenido a nivel global la influencia que ameritaba su impresionante obra. Pero que quede claro: no era menos que Cardozo o que Holmes, y por cierto que fue un digno polemista para Kelsen.
Que buena la anécdota. Esa jornada debe haber sido increible. Hoy no se podría representar algo de esa altura, al menos en teoría del derecho.
ResponderBorrarCossio creo que es la guarnición, Kelsen el plato principal. Este es obligado, aquel es optativo. La teoría tridimensional como postre es una finesse.
Y EL AMOR ES UNA CONDUCTA? yO PIENSO QUE ES UN ESTADO.
ResponderBorrarEsta muy bueno tu blogger.
nos vemos.
pos la visita de kelsen fue en agosto de 1949. pero el dialogo que contas no fue en una conferencia publica, sino en una reunion privada. y lo que dijo kelsen no fue "l'amour", sino "faire l'amour"
ResponderBorrarlo curioso es que el ejemplo de kelsen esta mal elegido, y es poco util para demostrar el mamarracho de la definicion egologica de derecho. mas alla de lo gracioso de la boutade, es obvio que coger si implica conducta humana en interferencia intersubjetiva con relevancia juridica -aunque este agregado demuestra lo trivial de la definicion egologica- en materia de filiacion, paternidad/maternidad, violacion, estupro, leyes de sodomia donde las hay, etc. y hasta uno podria decir que el chiste de kelsen es contradictorio con su propia posicion: una, porque de acuerdo al principio de clausura toda conducta humana es captada por el derecho, por prohibida o por permitida. y dos, porque coger es una conducta que figura en el antecedente de normas que establecen sanciones. me parece que kelsen no cachaba mucho lo que queria decir cossio -tal vez porque no le cupiera en la cabeza semejante trivialidad pomposa, tal vez porque cossio ya es bastante incomprensible en castellano, y mucho mas -supongo- en version francesa autotraducida.
ResponderBorrarla verdad muy buen recuerdo. Estoy como alumno del profesor Juan Carlos Smith (hijo) y la verdad es que no sabia ("C´est facile, Monsieur... l´amour"), me parecio muy divertido. Pero bueno, muy ingenioso lo de kelsen :D
ResponderBorraradios
Coincido con el anónimo que dijo que el ejemplo de Kelsen estaba mal elegido y era contradictorio con la propia norma de clausura.
ResponderBorrarSobre la polémica yo habia oído que la bronca saltó porque Cossio quería emparentar su teoria con la de Kelsen, o acaso reformarle a Kelsen su propia teoría, y al maestro vienes no le cupo (o no le cabió) y su última palabra fue algo así como "todo muy lindo pero a la teoría del derecho la inventé yo"
Sobre el tema pueden opinar los trialistas de aquí de Rosario, que doy fé que lo estudiaron bastante.
Ahora... hay que ir a discutir nada menos que con Kelsen en esos términos. Es algo así como querer ir a Belgrano a inventarle la bandera...