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Algo sobre teorías y prácticas del derecho

martes, abril 03, 2007

Sobre las formas de atacar un problema: los accidentes de tránsito

El problema son "los accidentes de tránsito", recientemente objeto del "proteste ya" de CQC, y este post no buscará dar "la" solución, sino explicar la escasa relevancia del derecho a ciertos fines y la imprescindibilidad del mismo a otros relacionados.

Como por ejemplo, explicar -al final de este post- por qué un defecto de legislación provoca que pasen cosas como las que vemos en la foto, más allá de las imprudencias humanos.

Nos preguntamos entonces, cómo se puede actuar sobre el problema.

1. Con el derecho sancionatorio: las penas.

En muchos de los accidentes de tránsito, la peor pena no viene de los jueces: es la pena natural. El conductor "culpable" que protagoniza un accidente de tránsito grave muy probablemente quede con lesiones bien serias, y además muchas veces las sufren (o mueren) sus familiares y amigos que iban también en el auto. No hay incentivo más fuerte que el de la propia seguridad, y a aquel que no lo tiene de movida difícilmente se arredre con suplementos punitivos.

Entonces: el factor disuasivo para ser un conductor responsable ya está dado desde fuera del derecho penal -y me atrevería a decir que preexiste a las campañas de educación vial. Que a eso le agreguemos la multa o la prisionización como amenaza accesoria no sirve de nada, porque no existe en los hechos de la vida real un delito de tránsito de dolo puro, es decir, alguien que se propuso chocar. Y la eficacia de las teorías de la prevención general negativa es dudosa en el caso donde el delito se provoca por negligencia.


2. Con el derecho administrativo emergencista + educación y prevención.

La Ley que promueve el Defensor del Pueblo (proponiendo una iniciativa popular) calza en este modelo. Pueden ver el proyecto completo en su sitio, y a nosotros no nos gusta.

El art. 1º empieza declarando una "emergencia nacional" por dos años. Ya hay demasiadas declaraciones de emergencia nacionales y provinciales como para agregarle una mas, no le vemos el sentido. O quizá sí, es como que el legislador le "muestre" al pueblo que el tema le preocupa. Mucho.

El art. 2º dice que "
la totalidad de los organismos con incumbencias en materia de tránsito y seguridad vial deben cumplimentar en forma rigurosa todas las acciones positivas ordinarias y extraordinarias que les competan e incrementar la cantidad, intensidad, calidad y efectividad de los controles de la circulación vehicular, obteniendo el cumplimiento estricto de la normativa vigente por parte de la totalidad de la población circulante". Bla, bla, bla: como técnica legislativa, la norma es redundante y equivale a decir que "la totalidad de los organismos" deben hacer lo que tienen que hacer... que es algo que ya tenían que hacer desde antes que lo dijera esta ley. Hay más incisos en este artículo, pero son parecidamente inocuos.

El art. 3º crea la
AUTORIDAD NACIONAL DE SEGURIDAD VIAL. Sus competencias son algo difusas -esto puede hacer que un organismo sea superpoderoso, lo cual es malo, o bien irrelevante, lo que es todavía peor- y lo más concreto es que le encomienda llevar el "Registro Nacional de Antecedentes de Tránsito" ... pero eso es algo que teóricamente ya tenía que existir. Lo que podría hacer Mondino es presentar un amparo para que un juez ordene su efectiva implementación... pero un juez no puede seriamente ordenar la cooperación de veinticinco jurisdicciones, de 2000 municipios.

El articulado sigue con medidas programáticas de difusión y educación, nada de lo cual parece ser demasiado decisivo. Hay diferencias obvias entre conocer la norma e internalizarla, lo que es más complejo. Esto ya lo captan quienes se enrolan en una tercera forma, a la que ahora nos referiremos.

3. Con publicidad terrorista.

Un medio de concientización social que busca convencer "por las malas", y que es la forma favorita de las campañas de "Luchemos por la vida". Muestra accidentes terribles, personas quebradas por el dolor, etc. Prefigurada por el pintoresco y conocido recurso provinciano de exhibir al costado de una ruta autos destrozados, con la idea de llamar la atención y atemorizar al conductor que se interne en el camino. De efectividad muy marginal, para mi gusto. No disuado al negligente ni al que en su caso conduzca con dolo eventual, porque ambos ya saben lo que puede pasar pero creeen que ellos van a poder evitar el resultado dañoso. Nos remitimos a lo dicho supra, en el punto 1.

4. De cuándo la regulación funciona, y por qué.

Pongo un ejemplo: los automóviles con equipos de GNC. Están muy fuertemente regulados en su venta, en su instalación, en el despacho de combustible, y en todos los agentes del sistema, desde el fabricante hasta el usuario final, hay verificaciones técnicas periódicas. Sí, ya sé que en Warnes debo poder conseguir obleas truchas y que en muchas estaciones no me la van a pedir, pero en líneas generales el sistema funciona. Resultados a la vista: tasa casi cero de accidentes con equipos de gas.

¿Y por qué se respetan estas normas? Mi teoría: no es por la sanción social o jurídica ante el incumplimiento, es por el puro y simple miedo. La gente tiene un terror panico con el gas, que encima está "comprimido" (lo cual genera por asociación de ideas la imagen de una posible descompresión "violenta"). Por eso va sola a hacer la verificación, porque tiene miedo de que su vehículo pueda "explotar" si el tanque "pierde". También nos puede pasar con un tanque de nafta, pero no lo percibimos por ese fenómeno que bien conocen los laboralistas: el acostumbramiento al riesgo.


5. Moralejas o no.

Podría terminar diciendo que quizá el problema no sean "las personas" sino "las cosas". Pinti se reía de que los diarios titularan en cliché a la AU 2 como "la ruta trágica". Su llamamiento era cualunquista pero irrefutable: "No es trágica, boludo, ¡es angosta!".

Entonces podría decir: lo que quizá deba hacer el Estado es mucho menos una tarea "de legislación" sino una "de gestión", o "de control". Alguna vez, este planteo tan remanido (y muchas veces falso) acierta en el quid de la cuestión, que tiene que ver con "las cosas". Con autos que no deberían circular por no reunir las condiciones mínimas, con rutas que no se bancan el tránsito que soportan. Pruebas al canto: el 43 % de las rutas no está bien, dice LN, glosando un informe del ITBA.


6. Nuestra opción: argentinos, a las cosas.

Así las cosas, hay que probar un poco de todo, sin tener demasiada fe. Aquí propondremos, a título de ejemplo, algunas normas que no buscan demonizar ni hacer ingeniería social, sino actuar sobre las precondiciones que provocan riesgos o los reducen:

- El famoso "plan canje" de 2000, que tuvo un costo fiscal muy alto, vino a sacar del parque automotor una masa crítica de autos que eran factores de riesgo cierto: el ahorro en vidas y gastos estatales por ese lado nunca lo vamos a poder cuantificar. En tiempos de superávit fiscal, quizá podríamos pensar en un Plan Canje II. Inducido por un agresiva política de retención de autos que no estén en condiciones, ejecutada con tolerancia cero en municipios pero mucho más en camineras.

- Hay que apretarles las clavijas a los fabricantes: ABS y airbags tienen que ser obligatorias para todos los modelos. Que el Estado absorba, llegado el caso, una parte del costo de esta medida en los modelos económicos.

- El Estado puede hacer más, y en esto sí el derecho administrativo tiene que ver: si una concesionaria no cumplió con sus obligaciones de tener las rutas en condiciones y expandirlas conforme a lo que le pautan los pliegos, que se le rescinda el contrato. La seguridad jurídica también es eso, que los contratos se cumplan: tiene que ser invocada, alguna vez, a favor del Estado y en contra de los empresarios ventajeros. En cambio, solemos ver que el Estado "canjea" el congelamiento de las tarifas a cambio de dispensar de las mejoras pautadas en su momento en los pliegos.

- Otro caso: el control de los choferes. Se está haciendo, lo que celebramos, aunque con lógica de "razzia" y siempre en Retiro. Tiene que hacerse en todos los puntos, turísticos o no, todo el año, para evitar los casos donde el conductor no está capacitado o no trabaja con un régimen de sueño normal para poder hacer bien su tarea. También hay que extender un poco el espectro de la CNRT, y apuntar los controles sobre los transportes "truchos" que operan con combis y micros viejos, y que parecen tener una tasa de accidentes muy superior a la del sector regulado.

- Hay que hacer una regulación federal del asunto, habida cuenta de que la opción de adhesiones jurisdiccionales no ha funcionado hasta ahora. Tiene que haber una verificación técnica uniforme y seria. Si se puede hacer con el gas, no veo razón jurídica para que esto esté impedido en materia de tránsito ni es un agravio al federalismo. Si quieren los asesoro con jurisprudencia norteamericana sobre la "cláusula comercial" del Congreso, no es muy difícil. Para mirar con atención, como modelo exitoso: la Motor Vehicle Safety Act de Lyndon Johnson.

Aquí paro, porque estas son normas sólo en su punto de partida, pues requieren acciones ulteriores. Mi "plan" es de cafetín, pero lo que sí quiero apuntar en serio es que no hay que tentarse con los atajos normativistas y las jeremíadas moralistas sobre el azote de los conductores irresponsables. Ni propugnar, como me contaron por ahí, distraer el escaso tiempo de la pobre formación en secundaria dando una "materia" anual de educación vial, lo que me parece un despropósito.

Links:

- El misterio de los accidentes. ¿Somos campeones mundiales en accidentes y muertes por población? ¿O es una exageración para cobrar más caros los seguros y conseguir fondos para las ONG que se ocupan del tema?Las estadísticas indican que los muertos en accidentes pueden ser 12.500 o tal vez 7100 o, si no, 4111. Cada sector defiende sus cifras, pero no puede probarlas. Lean esta interesantísima nota de Raúl Kollman en P/12 (de Jun 05)

- La Ley Nacional de Tránsito 24.449, texto actualizado vía infoleg.

- Comentamos, en el medio de un post de la ley antitabaco, una importante jurisprudencia relativa a la constitucionalidad de obligar al uso de cinturones de seguridad. No es paternalismo, piénsenlo así: una persona que viaja sin cinturón puede agravar el resultado dañoso de una colisión y transformar una causa por lesiones en una de homicidio culposo. Y nadie está exento de chocar a otro.

- Lo prometido: vean por qué la regulación legal se necesita coactivamente (y como mínimo, una igualación a nivel comunitario) y no funciona la "mano invisible". El tremendo choque de la foto de arriba (via) independientemente de cómo se produjo por imprudencia o lo que sea, demuestra uno de los problemas que hace necesario al derecho regulatorio: si no hay un estándar establecido uniformemente para los niveles de paragolpes, el auto más alto se "come" al chico con los tremendos resultados. Lo explican mejor en este video.





Dura 8 min, pero vale la pena y calculo que también se puede entender igual si no saben inglés. Miren el choque entre los mondales, y por qué una mísera disparidad de dos pulgadas genera el "mismatch problem" y es la diferencia entre la vida y la muerte.

3 comentarios:

  1. Gustavo, fantásticas tus propuestas normativas. Pero los funcionarios que las van a hacer cumplir, ¿van a ser ángeles? Me parece que tenés una confianza un poco ingenua en la capacidad del estado para controlar cosas. Desde mi punto de vista, más normas es igual a mayores posibilidades de corrupción y poco más.

    El único control que puede funcionar es el "autocontrol". Pero si los propios interesados, aún sabiendo los riesgos que corren por andar en vehículos en pésimas condiciones o conducir imprudentemente, no toman las debidas precauciones, entonces tenemos un problema social serio y para colmo de muy difícil solución.

    No creo que sea obligando a las automotrices a instalar airbags como se solucione la cuestión. No podemos obligar a la gente a pagar más por su propia seguridad. Eso es una clase de perfeccionismo que me irrita, y más me irrita pensando que voy a tener que financiar mediante impuestos la seguridad de aquellos que no la desean. Otra cosa serían las medidas de seguridad hacia terceros (luces, frenos, etc.).

    No se, el tema del tránsito me parece que es algo muy grave, y que no tiene solución por la vía estatal. La principal causa de los accidentes es que se maneja muy mal. Salir a la Panamericana un rato demuestra que si no hay más accidentes es más bien de milagro. Pero insisto, el problema está en los propios conductores.

    P.D.: Explicame la hipótesis de accidente de tránsito con dolo eventual porque no la entiendo. Para mi es una tremenda aberración que se mandaron jueces demagogos en algunos casos. Pero en materia de accidentes de tránsito no puede haber más que culpa con representación. Para ningún conductor el resultado es indiferente (que es la hipótesis del dolo eventual), puesto que ello implicaría suponer que le es indiferente arriesgar su propia vida. Por ello (y como bien lo expresaste, y en eso estoy de acuerdo) la sanción penal tiene escasa relevancia como medio de prevención.

    Saludos!!!

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  2. Creo que la única manera de incidir en el tema de la seguridad vial es mediante el bolsillo. Crear desincentivos a los productos y conductas riesgosas es más probable que tenga efecto que los buenos mensajes o las amenazas penales, ya que mucha gente tiene más terror a que le toquen el bolsillo que a morir o matar a un semejante. Véase como ejemplo el comentario anterior.

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  3. Diego: je, te relevo de la obligación de notificarme de inocencias que no poseo. Lo del air bag lo podemos discutir en otro contexto, pero creo que tengo un nivel de análisis que precisamente es algo más sofisticado que el autoritarismo milicoide, pero también que cierto liberalismo decimonónico, del que me permito a mi turno sospechar: cuando alguien invoca siempre un solo ideal supremo e innegociable, sea “seguridad”, “propiedad”, “libertad” o “igualdad”, construye teorías jurídicas emotivistas y monocromáticas que no toman nota de que no hay valores absolutos, primero desde la positividad del texto constitucional, pero además (y esto es más importante) desde la experiencia histórica de cómo se han construido y evolucionado, para mejor, las sociedades en cuatro mil años de civilización humana, sin que haya ejemplos exitosos de pueblos que hayan prosperado con cerrados dogmatismos.

    Como sabemos que las cosas son más complejas, no confiamos en el pensamiento mágico normativista: coincidimos en que el derecho penal en su acepción groseramente retributivista no sirve para atacar la cuestión de los accidentes de tránsito, y en eso vamos en contra de lo que dicen los conductores de noticieros.

    Por eso es que yo quiero hacer un pensamiento ordenado y no llegar a decir lo mismo que dice la señora de la esquina, que es una barbaridad como maneja la gente y que este problema no tiene solución porque la juventud está perdida.

    Antes bien, si hay comportamientos disímiles ante problemas similares en otras partes del mundo, yo tengo que pensar que eso pasa porque hay precondiciones institucionales o materiales que en cierta medida están determinadas por las reglas de juego. Y que –a diferencia de lo que repite la señora de la esquina pero que también dice Marcos Aguinis- se puede actuar en función de ello, mas allá de algunos fatalismos de la historia y de la latitud geográfica. Es lo que hacía Nino en "Un país al margen de la ley", lo cual es muy distinto de creer que hay la naturaleza humana es distinta entre nosotros, y menos evolucionada que en los lugares donde hay menos accidentes. Lo que capaz hay son rutas más estrechas, más viejas, mal señalizadas, choferes mal dormidos, un parque automotor menos seguro. Problemas sistémicos que requieren una coordinación a nivel macro, que sólo puede dar el Estado, aún delegándola en privados si concesiona los caminos. Esto era, básicamente, lo que yo decía.

    Te cuento que yo no adhiero en principio al dolo eventual, y lo que puse es nada más que una advertencia que viene a hacer extensivo mi argumento a aquellos que se adhieran a esta figura atípica, que no es de dolo puro y por eso no supone premeditación. Pero no estoy seguro de que los que las apliquen lo hagan todos por "demagogia". Que alguien no piense como uno no significa que sea tonto o malo.

    Finale: Si mi precario ISP robado inalámbrico me deja (estoy posteando desde la clandestinidad ahora mismo), voy a subir un post más general a este respecto, que por ahí amplía un poco el contexto del debate. La misma razón me ha impedido estar online y darte un saludo en tiempo y forma, para tu cumpleaños, pero creo que igual va a entrar en el plazo de gracia si lo computamos.

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