Tres puntos al que gana: los efectos del cambio de regla en el fútbol

Había pensado esta entrada hace tiempo, y me lo planteé como pregunta. Sólo ahora, gracias al descubrimiento de histora.org (vía Rollo de LCM) estoy en condiciones de trabajar sobre el tema. Es en alguna medida un post "de recreo" dentro de este blog, pero lo cierto es que también tiene que ver con el Derecho.


Uno de los presupuestos fundamentales del Law & Economics -paradigma que la Corte Suprema parece auspiciar en el fallo "Mosca" donde condenaba a la AFA- es que la conducta de los “agentes” está fuertemente condicionada por la “tabla de pagos” que aparece definida en las reglas, en forma de posibles ganancias vs. posibles pérdidas.

Nuestro thema va a ser el de verificar si esos presupuestos se han dado en el fútbol, a partir de la adopción de la regla de puntuación que mejora el premio del ganador en los campeonatos.

Es que el paso de dos puntos a tres puntos representa un cambio sustancial. Por un lado, “castiga” a los equipos que empatan; por el otro, les incentiva a romper esa igualdad:



  • Si falta poco tiempo y estamos empatados, nuestro técnico podría mandar al equipo al ataque “sacando la cuenta” de que si nuestro lance prospera vamos a ganar dos puntos más de los que ya tenemos.


  • La decisión tiene un riesgo, que es el de la “manta corta”: quedar expuesto a la contra del rival. Pero ese riesgo vale la pena, porque si la movida sale mal sólo vamos a perder un punto.

Ergo,

La tabla de pagos resultante (ratio dos a uno) incentiva a los equipos a jugarse.

De esto deberían seguirse dos efectos.

El primero, una disminución en el número de partidos empatados.

El segundo, un aumento en el número de goles que pueden verse, a la luz de este esquema, como intentos por romper la igualdad.



¿Qué nos muestra la historia de las grandes ligas?

El primer caso que consideré (Italia) parecía respaldar fuertemente la predicción. Pero eso no es metológicamente bueno o suficiente, y me puse a poner a prueba esa tesis en otros campeonatos. Y surge la sorpresa: la empiria estadística de las cuatro ligas principales va a mostrar al final una dispar influencia del sistema de pagos.

Cuando se promedian las diez temporadas anteriores y posteriores a la adopción de la regla de los tres puntos, se observa que dos ligas fueron especialmente sensibles al cambio: la italiana y la argentina. La española y la inglesa sólo registran, en ese global normalizado, un leve o levísimo descenso en el porcentaje de partidos empatados.





En cuanto al segundo aspecto, el promedio de goles por partido muestra un aumento moderado en las tres ligas latinas (España, Italia, Argentina) y una influencia mucho menor en la Liga Inglesa.





El dato es llamativo y merece alguna explicación que habíamos postergado: en nuestra "muestra" de diez temporadas no hay correlatividad. Eso es porque en Inglaterra, la regla de los tres puntos se adoptó a partir de la temporada 1982; en Italia rige desde la temporada 1994; en España y Argentina, desde 1995.

En estos tres casos, no hay estrictamente ceteris paribus porque el cambio en la regla de puntos aparece casi sobrepuesto a dos cambios reglamentarios cuyo efecto plausible es generar más juego y más oportunidades de gol. Me refiero (1) a la prohibición de pasársela con el pie al arquero, que se impuso en 1993; (2) a la regla que no lleva a cobrar offside cuando el atacante “está en la misma línea”, de 1994. Entonces, es probable que el en alguna medida aumento en el número de goles en España, Argentina e Italia se deba a esto y no a la vocación ofensiva provocada por los tres puntos para el victorioso.


¿Por qué este cambio no trajo más influencia?

Con todo, resulta que el cambio en el sistema de tres puntos no tuvo la influencia que parecía dado esperar suponiendo la “racionalidad” de los planteos tácticos.

La razón es que estos presupuestos trabajan con esquemas de “racionalidad” acotada y no toman en cuenta que la “tabla de pagos” es más compleja.

Desde un punto de vista “racional”, el empate no está equidistante entre la victoria y la derrota, y se parece mucho más a esta última: un punto es poca cosecha.

Pero hay muchas cosas que se juegan en una cancha, y el efecto humillante, desmoralizador, de las derrotas, hace que éstas sean algo muy peligroso para clubes y futbolistas. Lo que se pierde con ellas es mucho más que la posibilidad de obtener puntos para la tabla de posiciones. Las derrotas, por cierto, sacan técnicos y cierran ciclos, exponen a los jugadores al escarnio de los simpatizantes, y a éstos a las bromas de hinchas de otros equipos.

Cuando todos estos elementos psicológicos se contemplan en la ecuación, encontramos un esbozo de la empiria observable: el miedo a perder –si quieren verlo por la positiva, el honor de no ser doblegado- es un contraincentivo muy fuerte y compensa bastante la asimetría de la "nueva" regla de los tres puntos.


¿Por qué todo esto tiene que ver con el derecho?

De todas formas es claro que en alguna medida la conducta deportiva es sensible a los premios y castigos, y esto lo vemos por ejemplo en el rugby, donde el sistema de punto bonus le da aire al trámite de partidos que por resultado aparecen "definidos".

Pero la no-tan-importante correlación variativa que muestran los resultados del fútbol luego de la adopción de la regla de los tres puntos debiera prevenirnos de incurrir en automatismos. Como en "freakanomics", siempre hay que hacer reflexiones de segunda vuelta para poder encontrar las condicionalidades y los factores ocultos en una teoría.

Pregunta para los comments: ¿Alguien tiene alguna otra idea, o lectura, que hacer de estos datos?

Mi conclusión: nos gusta el análisis económico del derecho, pero si lo vamos a usar o valernos de él como herramienta, hay que tener en cuenta que hay factores no-económicos -y algunos de ellos muy obvios, como el que señalé aquí- que también deben incorporarse en el modelo de previsiones, a los efectos de solventar las inconsecuencias o las paradojas de las teorías simplificadas.



Links

- Freakonomics blog, de Levitt / Dubner

- Cuadros con la evolución anualizada, liga por liga

(click para agrandar)

(*) Para hacer esta comparación se tomaron las diez temporadas anteriores y posteriores a la adopción de la regla de los tres puntos en cada país. Como en Argentina se juegan desde 1991 dos campeonatos a una rueda, a los efectos de esta tabla se sumaron los datos del “Clausura” y del “Apertura” correspondientes a cada año calendario.