Repasemos algunos puntos para el ABC del Mercosur hasta saber de qué estamos hablando:

- El Mercosur está compuesto por cuatro países (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay), estando pendiente la incorporación de un quinto (Venezuela).
- Tiene tres idiomas oficiales: español, portugués, y guaraní.
- Se creó con el Tratado de Asunción de 1991. Este es el documento "fundacional" del Mercosur", pero hay otros tratados complementarios. Simplificando, podríamos decir que "la Constitución del Mercosur" es el Protocolo de Ouro Preto (POP) de 1994, con el cual el "bloque" recibe su DNI de "persona jurídica de derecho internacional".
- El MERCOSUR tiene firmados acuerdos de asociación (bajo un esquema que se denomina "cuatro más uno") con Chile y Bolivia, con el objeto de constituir a futuro áreas de libre comercio con esos países. A partir de ello, y aunque sus estados no son miembros del bloque, presidentes y funcionarios de esos países han asistido a cumbres y reuniones de órganos Mercosur.
- El MERCOSUR, armado a imagen y semejanza de la Unión Europea, tiene dos órganos centrales.
- Uno sería una suerte de "Poder Ejecutivo", el Grupo Mercado Común, que se encarga de gestionar y tomar decisiones técnicas; es el gerente.
Artículo 11 POP. El Grupo Mercado Común estará integrado por cuatro miembros titulares y cuatro miembros alternos por país, designados por los respectivos Gobiernos, entre los cuales deben constar obligatoriamente representantes de los Ministerios de Relaciones Exteriores de los Ministerios de Economía (o equivalentes) y de los Bancos Centrales. El Grupo Mercado Común será coordinado por los Ministerios de Relaciones Exteriores.
- El otro, una suerte de "Poder Legislativo", es el Consejo Mercado Común, que debe adoptar (por consenso, o sea, unanimidad con quórum total), las "decisiones Mercosur"; es la Asamblea de Accionistas del MERCOSUR, "y sus decisiones son obligatorias para los Estados Partes".
Artículo 3 POP. El Consejo del Mercado Común es el órgano superior del Mercosur al cual incumbe la conducción política del proceso de integración y la toma de decisiones para asegurar el cumplimiento de los objetivos establecidos por el Tratado de Asunción y para alcanzar la constitución final del mercado común.
Artículo 4 POP. El Consejo del Mercado Común estará integrado por los Ministros de Relaciones Exteriores; y por los Ministros de Economía, o sus equivalentes, de los Estados Partes.
- Los países que se unen a procesos de integración son, por obvias razones, bastante reticentes a ceder potestades sensibles, de modo que éstos siempre suelen funcionar con la regla del consenso. Incluso cuando hay una "norma Mercosur", aprobada por el Consejo, esta debe luego ser "adoptada" por los países miembros, por el procedimiento parlamentario aplicable en su derecho interno, para que tenga efecto y vigor en su jurisdicción nacional.
- El escenario de un país reticente o incumplidor de las Normas MERCOSUR da pie a un procedimiento de solución de controversias (conforme a un instrumento ad hoc, el Protocolo de Brasilia de 1991). No lo trataremos aquí, y en el futuro haremos un post para explayarnos sobre eso y sobre el que podríamos llamar (en sentido figurado) "Poder Judicial del MERCOSUR".
- El Consejo Mercado Común tenía como apéndice institucional una Comisión Parlamentaria Conjunta, que funcionaba integrada por ocho diputados y ocho senadores por cada Estado. Su función básica era la de remitir "recomendaciones" sobre normativa MERCOSUR al CMC, para que éste después las sancionara.
- La "Comisión Parlamentaria Conjunta" ahora es sustituida por el Parlamento Mercosur, que además tiene otras atribuciones (elaborar y publicar anualmente un informe sobre la situación de los derechos humanos en los Estados Partes, cursar pedidos de informes a los otros órganos MERCOSUR, recibir peticiones de cualquier particular de los Estados Partes, relacionadas con actos u omisiones de los órganos del MERCOSUR, emitir declaraciones). Pero el "Parlamento MERCOSUR" no sancionará "leyes" o normas de vigencia inmediata en todo el "bloque".
- Para comparar: en la UE, el "Europarlamento" funciona desde 1962, y es "electivo" desde 1979. A diferencia del Mercosur, el número de "eurodiputados" está más integrado en base a la población respectiva de cada país (aunque no es directamente proporcional). Alemania tiene 99 diputados, Inglaterra, Italia y Francia 78, España 54; en total, son 785 diputados. Allí, los "eurodiputados" no se enrolan por país en su actividad, sino que se agrupan en bloques políticos "supranacionales".
- Tras los tratados de Maastricht y Amsterdam, el Parlamento Europeo dejó de ser una asamblea consultiva y tiene ciertos poderes legislativos, en "codecisión" con el Consejo Europeo. No vamos a ahondar en esto, porque los procedimientos del Derecho Comunitario Europeo son bastante complejos.
- El parlamento del Mercosur (PARLASUR) funcionará (como la Secretaría Administrativa) en Montevideo, por ahora en la sede de la legislatura uruguaya, reuniéndose mensualmente. Los representantes tienen un mandato de cuatro años, y son 18 por cada país. En esta etapa de transición la "delegación" argentina está conformada por nueve diputados y nueve senadores elegidos por el Congreso según el peso de cada bloque.
- A partir de 2010 serán elegidos por los ciudadanos de los respectivos Estados, por sufragio secreto, universal y directo.
Ideas finales: por qué somos "pro-Mercosur"
- Más allá del cinismo con que muchos vieron el MERCOSUR desde su nacimiento, y con el que muchos lo siguen viendo, el bloque ha demostrado una capacidad de supervivencia notable, teniendo en cuenta la inestabilidad política y económica de los países miembro.
- El "proceso" de integración va avanzando muy bajo la superficie y nunca llega, como dijimos, a ocupar las páginas centrales de los diarios, pero goza de buena salud. Incluso a nivel no gubernamental, con asociaciones espontáneas entre ONGs de los países del bloque.
- Aunque el "parlamento" no sea una institución con poder decisorio muy perfilado, el solo hecho de votar por diputados para el MERCOSUR va a instalar los temas del bloque en la agenda política y ciudadana.
- Los procesos de integración, más allá de lo que diga la retórica nacionalista, le hacen bien a los negocios y a los derechos humanos. Pero hay que ir paso a paso.
Links:
- Protocolo constitutivo del Parlamento "MERCOSUR". Fue aprobado por nuestro país por la ley 26.146 (2006).
- Sitio oficial del MERCOSUR y portal de la Unión Europea. Noten la diferencia entre ambos, el "nuestro" tiene un perfil muy tecnócrata y el de la UE tiene contenidos mucho más orientados al ciudadano.
- Por qué el Partido Blanco uruguayo plantea a la Suprema Corte de Uruguay la inconstitucionalidad del Parlamento MERCOSUR. La razón: al aprobarse el protocolo constitutivo, se incorporan a su legislación nacional "un conjunto de nuevas normas que -alegan- modifican sustancialmente nuestra Constitución en materias tan esenciales como la celebración de elecciones, el ejercicio del sufragio, la representación de los ciudadanos, todo ello prescindiendo de los mecanismos de reforma rigurosamente establecidos en la Constitución".
ITAIPÚ, SUPUESTA MANZANA DE LA DISCORDIA
ResponderBorrarPor estas fechas me resulta irresistible emitir un comentario sobre lo elástico que resulta el tema de Itaipú para cierta prensa paraguaya con delirios de poder paralelo, y agradecería infinitamente se me permita expresarlo por este medio. Primero, debo decir que resulta lamentable el espectáculo de ciertos políticos pusilánimes exhibidos cual trofeo del señor Aldo Zuccolillo cuando se allanan a seguir su línea editorial contra el Mercosur, buscando instrumentar el tema de las hidroeléctricas para crear disturbios en el bloque regional, como si nos faltaran problemas en el país y el subcontinente. Y tanto más notorio el triste papel de títeres al tratarse de medios de comunicación bien conocidos por sus vinculaciones directas e indirectas con intereses imperiales extranjeros a la región, y su anacrónico Maccarthismo que pareciera ignorar que la guerra fría finalizó hace casi dos décadas.
Resulta realmente lamentable ver en ese papel a tribunos con auténtico predicamento político como Miguel Abdón Saguier, o a supuestos izquierdistas como Jorge Canese.
En segundo lugar, debería discernirse que ni los gobiernos de Brasil o Argentina son responsables del inmediatismo de algunos líderes políticos paraguayos, por demás carentes de legitimidad e invalidados como interlocutores desde un principio, cuando estos posponen renegociaciones a cambio del metal envilecedor imprescindible para comprar conciencias durante sus campañas políticas. Quienes no tenemos una memoria dependiente de las dádivas de la publicidad oficial, ni tenemos motivos para defender a actores de reparto que se dedican a seguir la línea editorial de la patria periodística para aparecer en sus espacios, todavía tenemos fresco el recuerdo del viaje del senador Carlitos Filizzola Pallarés a Brasilia en diciembre de 2005, supuestamente para hablar de la renegociación de Itaipú, pero en la vida real para claudicar ante Lula, y traer a su jefe Nicanor 20 millones de dólares para financiar su campaña en la interna colorada contra el señor ODD, con quien se había repetido en el 2002 el robo que se perpetró contra Argaña en 1992/93.
En tercer lugar, que no tienen autoridad moral para censurar el entreguismo de ningún gobierno quienes albergan en sus filas a notorios voceros de coacciones externas desnacionalizantes pagadas por embajadas extranjeras.
Sin negar que cualquier tratado internacional es pasible de exhibir defectos de forma y contenido, difícilmente pueda aceptarse el papel de censor de una prensa fabuladora, sin autoridad moral ni compromiso con la verdad, que jamás ha pretendido ocultar sus tendencias socialdarwinistas y ultraderechistas al enfocar temas económicos y políticos, su hipocresía a la hora de condenar una dictadura que alabó por décadas, ni tampoco su ocasional visión legionarista y anti-nacional de la historia paraguaya en el enfoque de sus momentos culminantes. Aunque lleve décadas disfrazando de nacionalismo sus incontenibles afanes de convertir Itaipú en la manzana de la discordia del Mercosur, al tiempo de erigirse en abogada de expoliadores intereses extranjeros -eventualmente brasileños- que operan en el país prometiendo redimirlo, presentándose fraudulentamente como voceros de los intereses generales de la sociedad.
Ya dijimos que los políticos necesitan de la prensa para hacer conocer al público que están constantemente defendiendo causas nobles, aunque sean muy magros los resultados de su accionar, sobre todo porque la cobertura periodística no abarca todos los azimuts del espacio, y las buenas intenciones pareciera que no existen si no están los fotógrafos. Este hecho invariablemente se repite en el caso que nos ocupa.
Bien haría el señor Zuccolillo en historiar el tratado de Itaipú sin omitir a sus íntimos que participaron de las mieles del negocio, ni tampoco olvidar que el tan cuestionado acuerdo pudo firmarse gracias a la legitimidad que dieron a Stroessner sus grandes amigos y asesores (?) en temas políticos como los hermanos Levi Rufinelli.
Del mismo modo que sería deseable que nuestros negociadores en temas como Itaipú exhiban mayor patriotismo y sean intransigentes a la hora de defender los intereses nacionales, algo que no está en discusión, tampoco estaría demás que ciertos políticos y parlamentarios de la oposición demuestran una mayor autonomía de pensamiento y originalidad a la hora de elegir sus reivindicaciones, que cada vez aparentan más ser campañas auspiciadas por ciertos diarios. Para colmo, justo los que están habituados a las más bochornosas campañas contra la verdad.
LUIS AGÜERO WAGNER