Cibernética y derecho

Nieva en Buenos Aires. O quizá no. Los abogados somos muy dados a las discusiones nominalistas, nos trenzamos jugando con criterios rectores para zanjar la cuestión. El bizantinismo, de pronto, se esfuma ante la irrupción cegadora del sentido común. Decimos entonces: si queda el copo en el piso cuando cae, es nieve; si no, es aguanieve.

Recordamos también la famosa historia de las innumerables formas que tienen los esquimales de llamar a la nieve (aunque está en la base de la hipótesis de Sapir-Whorf sobre el relativismo lingüístico, parece ser una leyenda urbana, lean bien este articulo de la fantastica wikipedia) y de los 67 tipos de nieve que recopiló aquí un señor (nieve sal, nieve champagne, nieve sopa, y así).

Y como todo esto nos ha impedido escribir, recurrimos a la parrilla del blog. Administrar entradas, borrador. Nos encontramos con este post, relegado tiempo ha, y que nos gustó. Listo, se publica.

Dice un tal Dave:


To put it in computer terms, laws are the program, Congress is the programmer, and lawyers, judges and juries are the CPU whose job is to execute the program.
If there are bugs, blame the programmer, not the CPU. That blue screen isn't Intel's fault. Based on this analogy, I have come to agree with lawyers that their job is not to worry about fairness and morality.


Traduce Ricardo de Software Libre: Si la ley es el código, los parlamentarios son los programadores, y los jueces, jurados y abogados son la CPU (y los ciudadanos los sufridos usuarios).

La metáfora es muy atractiva y no se está descubriendo nada: muchas veces fue explorada, con resultado dispar, en diversos trabajos de Teoría del Derecho.

Diremos así, jugando a mano alzada con las analogías a simili, cosas tales como que:


- La Constitución es el sistema operativo. Establece qué procesos pueden correr y cuáles no y administra los recursos de la máquina.

- Los programas que "corren" sobre esa base son las leyes ordinarias. Si entran en crash con el sistema operativo, el operador del sistema tendrá dos opciones: finalizar tarea (declarar la inconstitucionalidad) o depurar el error (hacer un resolutorio constitucional de interpretación conforme).

- El sistema tiene "periféricos", dispositivos de entrada o de salida, que pueden perjudicar la eficiencia de su funcionamiento por más bien que esté el código. Es lo que ocurre en materia de "seguridad", donde el problema del sistema no está en los "Códigos", sino en el periférico de entrada, la policía y la instrucción fiscal. Y en el de "salida": la cárcel no rehabilita, ni resocializa.

- Como ocurre con las computadoras, la causa de la mayoría de los errores se ubica el teclado y la silla. Esto es: seamos escépticos de los que nos venden el último paquete actualizado como la solución a los problemas. La mayoría de los problemas y crashes de los procesos son producto de la impericia, la negligencia o la mala fe de los operadores (legisladores, abogados, jueces, funcionarios administrativos y judiciales) y no problemas del sistema en sí.



Última pregunta: ¿A qué se parece más nuestro sistema jurídico? Siendo optimista, diré que en ciertos aspectos, a un 486 con Windows 3.1: estable, pero no le pidamos cosas nuevas porque se puede colgar.