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Algo sobre teorías y prácticas del derecho

lunes, enero 28, 2008

Carlos S. Fayt (90)

Lnk (Update): "Fayt canta los noventa", nota de la casa publicada en Página 12 (1.feb.08)

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¿Quién es el juez más grande del país? Una respuesta posible es Carlos Santiago Fayt, juez de la Corte Suprema de la Nación, quien el próximo 1º de febrero cumple 90 años. Que además puede ser, como Independiente de Avellaneda, el más grande de América: le gana en veteranía a John Paul Stevens, justice de la Corte Suprema de los Estados Unidos desde 1975 (lo designó Gerald Ford) que nació en 1920.






carlos, fight!


Nació en Salta en 1918, pero de muy chico su familia se mudó a Capital. Vivió por José Hernández y Libertador (que entonces se llamaba Blandengues), y en esa zona ahora top él habitaba la última casa de la ciudad, el finisterre.

Conocido como profesor de Derecho Político en la UBA y por su activo rol en la la Asociación de Abogados de Buenos Aires, el de juez de la Corte Suprema de la Nación fue su primer cargo en la magistratura. Cuando llegó allí, en 1983, tenía 65 años. El 23 de diciembre de 2007 cumplió, junto con Enrique Petracchi, su 24 aniversario en funciones. En el ránking histórico de antigüedad en la Corte, ambos superarán a Roberto Repetto (1923-1947) y van por el récord de permanencia de Antonio Bermejo (1903-1929).

Fayt está casado y tiene una hija. Suele faltar a la Corte en días de crudo invierno porque no quiere tomar frío, pero -hasta donde sabemos- goza de buena salud y le sobran energías para renegar y parar en seco, con reto público, a los abogados de las empresas del Riachuelo-Matanza cuando sentía que le estaban dando bullshit en los alegatos que celebró la Corte en la causa por la contaminación. Hoy por hoy, en la Corte discuten si le van a festejar el cumpleaños, pero la jurisprudencia está dividida, porque parece que él no quiere.



El caso "Fayt"

Fayt tiene un famoso caso que lleva su nombre. En 1999 la Corte –obviamente, sin su voto, porque él estaba excusado en su propia causa- declaró inconstitucional una cláusula que lo afectaba y que se había introducido en la Reforma de 1994: el art. 99 inc. 4º, que establecía que los jueces que llegaran a 75 años debían tener, para seguir en el cargo, nuevo nombramiento por acuerdo del Senado, que se daría por cinco años, con chance de ulteriores renovaciones al cumplimiento de cada quinquenio. Hubo muchos que se divirtieron, y hasta escribieron papers, con la paradoja de que se haya declarado inconstitucional un artículo de la Constitución, pero el caso es en verdad casi trivial y la resolución fue de manual. El Poder Constituyente derivado no es soberano, sino que está limitado a los temas habilitados para la reforma y, como razonó la Corte, no había en la ley de convocatoria a la Convención de Santa Fe/Paraná previsión alguna que habilitase “una modificación de significativa trascendencia a la garantía de la inamovilidad de los magistrados judiciales federaes a partir del cumplimiento de una edad determinada”.

El fallo puede leerse en este link.

***


Es un poco enojoso avanzar en valoraciones, poniendo en contra de Fayt la carga de la prueba para resistir un archivo de tantísimos años. Arriesgo: a mí me gusta mucho más el Fayt de los fallos que el Fayt de los libros (tiene 33 publicaciones, según su currículum de la Corte). Contra lo que él piensa –y muchos, supongo, también– “La Naturaleza del Peronismo” y el “Tratado de Derecho Político” me parecen obsoletos y bastante cerrados en su enfoque, y no deberían tener sino un lugar marginal en los estudios de la materia. No leímos, ni emitiremos opinión, sobre el opúsculo “Cuando seas abogado”. Hay libros más nuevos, publicaciones de tapas duras de “La Ley”, en los que refrita votos de su jurisprudencia, que no están mal, pero que no son obras originales. Y por el contrario, le reconocemos a Fayt muy buenos votos y disidencias, aún cuando uno no las comparta (caso, por ejemplo, de la del fallo “Simón”).

Pero claro: no querríamos que un juez tuviera excelentes libros y fallos malos, una combinación ciertamente no inusual. Por eso en nuestro balance Fayt tiene alto saldo a favor, no quedan dudas de que se ha manejado como un juez independiente y con vocación de servicio, y la realidad nos ha llevado a concluir en que eso ya es decir mucho.



Fayt, en sus propias palabras



Luces y sombras de Fayt se ven en estos arbitrarios extractos de la larguísima entrevista que le hicieron hace tiempo en “Lecciones y Ensayos”, ordenados según rótulos nuestros, y pegados en conveniente orden alfabético.


Ajedrez. Aprendí ese juego a los diecisiete años y llegué a ganar un campeonato de la zona y luego gané el campeonato metropolitano de la cuarta categoría. Pase así a tercera, pero abandoné totalmente el juego porque llevaba muchísimo tiempo. Preferí el estudio al juego de ajedrez, aún sigo con la afición que no se olvida. Un ajedrecista jamás se olvida del juego y la pasión permanece en él y le permite ver las alternativas de dos o tres variantes que le suele presentar la vida, es decir, la visión de las posibilidades que plantea cualquiera de los problemas que debemos enfrentar y resolver en el curso de nuestra existencia.

Bastones largos. Producido el golpe militar de Onganía vino la noche de los bastones largos, se apalearon a profesores y estudiantes. En la Facultad de Derecho se hizo, por primera vez, una reunión del claustro de profesores, nos citaron. En el fondo era para elegir y designarlo interventor de la Casa a Videla Escalada, esa era la intención. Yo sólo dije que debía investigarse, previamente, el porqué se había realizado y cómo se había realizado ese operativo de la intervención a la Facultad. Ni Soler, ni Oderigo, ni otros hombres que se tenían por maestros me apoyaron. Al contrario, dijeron que no debíamos investigar. Y no faltó el profesor que dijera que los estudiantes habían atacado a la policía. Es decir, se negaron a investigar los acontecimientos. Eso originó mi renuncia. Yo no quise hacerle caso a mi amigo Isaac Halperin que, además de profesor de Derecho Comercial y juez de la Cámara Comercial, era una de las mentes más claras que tuvo al país. Él me dijo “no cometas el error de la política del gesto, en la Argentina no sirve la política del gesto”. Yo fui el primero que salí de esa Asamblea, renuncié a mi cargo.

Corte Suprema. Hay nuevas dimensiones que se abren, en estos veinte años, que fueron establecidas por la Corte y que han merecido el respeto y el comentario de nuestra jurisprudencia en los mejores centros mundiales ¡Acá no! Un argentino no conoce qué es la Corte, ni qué función tiene, ni el nombre de quienes la integran, ni los antecedentes académicos, personales, jurídicos etc.. Y, sin embargo, la ha hecho centro de sus críticas, piensan que es una especie de nido de analfabetos, ignorantes y corruptos. Gritan que se vayan, no saben ellos lo que están haciendo. ¿Cómo modifica usted eso? ¿Cómo lo van a modificar en el futuro? Yo he sostenido que la Corte argentina no debe conocer más que en 200 casos. La Corte norteamericana, con 270 millones de personas que habitan Estados Unidos, conoce entre 80 y 150 casos al año. Yo veo 80 casos en una semana, ahora mismo debo tener 60 afuera. La causa de esta situación es que se ha ido produciendo un fenómeno de descarga en la Corte de todas las cuestiones creadas por la situación económica. Si no pueden pagarse a los jubilados se establece un recurso ordinario ante la Corte a favor de la A.N.S.E.S. La Corte se ha transformado en un tribunal de ramos generales y no puede ser. ¡No puede ser...!

Jurisprudencia de la Corte; su visión. La Corte ha innovado mucho sobre información y comunicación. Se transformó el derecho de publicar las ideas por la prensa, en el derecho de información individual; en derecho a la información, en el derecho social a ser bien informado y el derecho patrimonial que tienen las mega empresas que manejan el negocio de la noticia ya que como ustedes saben, la noticia se ha convertido en una mercancía. Además, se ha establecido el derecho de respuesta, que se conoce como réplica. En defensa de los periodistas se ha consagrado la real malicia. Además, se ha reconocido el control de constitucionalidad de oficio por la Corte. La Corte de los Estados Unidos todavía no lo hizo. Las cuestiones políticas, que antes estaban prohibidas para la Corte Suprema de Justicia, las cuestiones electorales que antes estaban vedadas. Además de eso, la función dirimente de la Corte. Dirimir no es juzgar, no es conciliar, no es arbitrar. La conciliación busca el arreglo entre las partes, el juez es el que dicta sentencia. El que dirime es el que compone, el dicta el procedimiento y la sentencia de acuerdo a equidad, a lo que le parece, en la Constitución se da esa función a la Corte en los casos entre las Provincias, y acá hemos sostenido que también lo puede tener la Corte cuando sea la Nación y las Provincias, ¿por qué? Porque tiene que componerse el todo y la parte.

Piqueteros. Cuando yo voy al Congreso de Roma, de la Asociación Internacional de Ciencia Política, donde presenté mi trabajo sobre grupos de interés, es decir, en este trabajo distinguí con claridad entre lo que es un grupo de presión y lo que es un grupo de tensión social, ese fue mi aporte, que lo he dejado ya para que lo manejen en la bibliografía mundial, como grupos de presión y de tensión social, grupos de tensión social serían los piqueteros.

Procurador General. Se le ha dado al procurador general -que antes era un colaborador directo de la Corte- la función de dictaminar en todos los recursos extraordinarios. Tenemos la obligación de mandarle al procurador general todos los recursos extraordinarios y esperar que dictamine. No podemos rescatar el expediente, no obstante no ser obligatorio para nosotros su dictamen. Hubo veces en que había dos años de atraso en la Procuración.

Sánchez Viamonte. Recuerdo con fascinación la lectura de un libro que me abrió un horizonte y que ha influido en mi comprensión del Derecho Constitucional. Este libro, cuyo autor es Carlos Sánchez Viamonte -quien fue para mí el más original de los constitucionalistas argentinos- fue publicado en el año 1934 y se llama “Hacia un nuevo Derecho Constitucional”. Este libro, y luego el “Compendio de Instrucción Cívica”, que es en realidad un tratado de Derecho Constitucional -también de Sánchez Viamonte-, fueron las dos obras que más gravitaron en mi pensamiento en los años de facultad. En “Hacia un Nuevo Derecho Constitucional” narra la defensa que hace de las nuevas tendencias del constitucionalismo social en la asamblea constituyente de reforma de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires del año 1934, en lucha contra las demás fuerzas conservadoras, socialistas etc.. Eso me apasionó, prácticamente, me deslumbró. Él nunca fue maestro mío, yo no recibí clases orales de él. Tuve la suerte de ser su amigo hasta su muerte.

Servicio Militar. Lo hice como estudiante, se hacía tres meses en ese entonces, un mes y medio de orden cerrado que es el que se hace en el cuartel con todos los movimientos y los ejercicios y un mes y medio de orden abierto que se hacía en Campo de Mayo, nos ponían en carpas, teníamos que armarlas, abrir las zanjas donde teníamos que hacer nuestras necesidades, etc. Era un tiempo amargo al mando de los sargentos y los cabos. Eran duras las cosas, pero yo aprendí y nunca se borró de mi memoria el juramento a la bandera, me cayeron las lágrimas y a la promesa de seguirla, y de ser necesario entregar la vida, no lo olvidé jamás. Creo que es absolutamente necesario que los jóvenes hagan, no ya el Servicio Militar, sino algún servicio social.

Socialismo. Yo fui socialista porque era lo más transparente y yo soy un demócrata. Si ustedes me preguntan qué soy políticamente. Yo les digo: soy demócrata en toda la extensión que yo le doy a la palabra y que he expresado en mis libros. Creo, sinceramente, en la vieja máxima de la Stoa griega (de los estoicos) que en su templete pusieron que “el hombre sea sagrado para el hombre”. Todavía, a lo largo de la historia no lo ha sido, pero creo en eso. De manera que no estoy apasionado por ideología alguna, soy un critico de ellas, de las ideologías, es decir, tengo la suficiente experiencia por haber estudiado y por haber vivido que las ideologías existen y seguirán existiendo, pero no traen la solución de las cosas. Sé que son espurias, que no tienen sustancia, lo otro sí, pero creo que la democracia contemporánea que gradualmente va adquiriendo forma y contenido no es la democracia gobernada; la democracia puramente representativa, sino la democracia gobernante. Para eso necesitamos una revolución cívica porque no hay democracia sin demócratas. Vean ustedes, esto que tenemos en las calles es un embrión de un grupo de tensión social, alimentado con las arcas del Estado, que no tiene una noción clara políticamente de sus derechos. Sólo el hombre, convertido en ciudadano y en demócrata puede traer mejores soluciones. Pregúnteles por quien votaron, ellos podían manejar esto de otra manera y están dando un espectáculo cercano al ridículo. Yo lo siento porque es gente que tiene en el sufragio la herramienta política sustancial para los cambios históricos.

23 comentarios:

  1. Aguante Carlos Santiago! Muy buen post, Gustavo. Realmente, coincido con vos en la necesidad de destacar a un juez que, mas alla de los aciertos o errores (propios de la naturaleza humana, claro), ha mostrado independencia de criterio y un claro compromiso con la Republica y sus instituciones, mas alla y mas aca de gobiernos y circunstancias. En un pais como el nuestro, eso es mucho decir. Por lo demas, tambien coincido en que es preferible que un juez tenga mejores fallos que libros, como creo -con vos- que es el caso. En "Simon", mas alla de lo que uno piense sobre el tema de fondo, creo que es LEJOS el mejor voto, el mas coherente, y el que mas en serio se toma a la Constitucion. Me parece, ademas, que es uno de los jueces que mas en serio se toma la integridad como valor en el derecho (y no digo con esto que sea dworkiniano).
    Y, una perlita, no perderse el "sangriento" debate que ha tenido con Righi, no solamente en "Simon", sino tambien luego en respectivos dictamenes y votos en "Mazzeo". Quien gana, para mi, no hace falta aclararlo.
    Un abrazo y felicitaciones por rescatar una figura valiosa.

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  2. Muy buena entrada. Un gusto.

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  3. Otro post sumamente interesante, en especial por reproducir la jugosa entrevista que otrora le hicieron a Fayt. Disiento cuando expresa que los piqueteros están dando un "espectáculo ridículo".
    Propongo para la próxima "Los diez jueces más grandes del país" o "El juez más joven del país".
    Un abrazo.

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  4. Yo no sé de qué "Asociación Internacional de Ciencia Política" habla este tipo, porque la única que hay nunca hizo ningún congreso en Roma (http://www.ipsa.org/site/content/view/112/72/lang,en/). Medio sanatero, parece.

    Eso por no hablar de su supuesto "aporte" conceptual...

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  5. buen post, pero el personaje...mamma mia. yo tuve un solo contacto con el. me llamo despues de una nota en clarin. me dijo que le habia gustado y que me queria comentar alguna cosa. hablo durante 20 minutos y yo no pude meter un bocadillo. no sabia de que me hablaba (aunque todas eran historias donde el era el protagonista y peron o algun personaje notable le reconocian algo). nunca supe para que me habia llamado. en ningun momento se abrio al dialogo, y despues de 20 minutos corto. mamita.

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  6. Seba, quizá tendríamos que pensar qué es tomarse la Constitución en serio. Pero da para otro debate.

    Matías. No tengo un padrón de edades, así que no va a poder ser.

    Criador, también dice, con un tono victorioso, ese aporte lo dejé para que lo maneje la bibliografía mundial. Faaa! Uno sospecha que muchas veces la diferencia entre grupos de presión y grupos de tensión está en el ojo del que mira, y alguien podría decir, "grupos de tensión para mí serían los ahorristas".

    Roberto, buena la anécdota. Lo relaciono con la que yo cuento, y que no vi, de cómo retaba a los abogados de las empresas en las audiencias del Riachuelo. El tipo se había hecho un formato mental de que eran responsables y reaccionaba mal cuando se lo querían deconstruir.

    Creo que Fayt y Petracchi tienen dos actitudes bien diferentes en una cosa. P entiende que su laburo es ser juez de la Corte y punto, F quiere ser reconocido como autor y publicar uno o dos libros por año.

    Yo creo que a esta altura del partido no se puede estar en la misa y en la procesión. Se puede publicar un libro menor, artículo largo encuadernado, o un corteypega de votos propios, pero no sé si está bien que un juez de la Corte publique un libro menor o un refrito. Y si quisiera publicar libros en serio, con los rigores académicos de hoy, tendría que dejar de trabajar.

    lo mejor que puede hacer un juez, si quiere dejarle un aporte a la ciencia jurídica, es hacer la de Harry Blackmun: anotar TODO, guardar hasta el más mínimo papel de sus borradores en la Corte y dejarlo a una biblioteca para que abran las cajas a x años de su muerte y se pueda hacer una autopsia de los procesos decisorios en que intervino.

    (PD, por lo anterior, creo que Zaffaroni no va a llegar a estar más de una década en la Corte, una vez que pase la efervescencia de este período casi refundacional le va a interesar volver a publicar y desde la CSN eso se le va a hacer muy cuesta arriba).

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  7. Coincido en que Zaffaroni se marchará pronto. El mismo lo dice siempre. Anécdota sobre E.Petracchi ya que estamos. Se evalúa en su despacho salir a contestarle a un famoso periodista que lo había atacado. El se niega a contestarle en público. Dice: "Yo, yo discuto con Kant, con Hegel."

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  8. fayt es un tipo que no merece estar donde esta... entre otras cosas, porque es mala persona, un viejo forro, ... conozco varias anécdotas de él pero no da para escribir sobre este tipo que tiene que irse ya de la corte... además, no hizo ningún aporte jurídico sustancial, al menos desde mi punto de vista...
    gran blog.

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  9. En este momento, en el más allá le preguntan a Hegel si le quiere contestar a Schopenhauer y a Marcuse, pero él no quiere, y les contesta: "No, yo discuto con Petracchi".

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  10. Gustavo, si, es buen tema de debate. Cuando quieras.
    Respecto a las anecdotas (colorida la de RG, por cierto, y genial lo de Hegel/Petracchi), lo cierto es que yo conozco muy poco (y lo que conozco es, obviamente, de segunda mano: me lo contaron, no lo vi ni escuche yo) respecto de cualquiera de los jueces de la Corte, asi que lo mas que puedo hacer es opinar sobre sus votos. Yo no sostenia que Fayt no tuviera errores, ni puntos criticables (antes bien, hice la salvedad contraria). Simplemente, que en medio de lo que hemos venido viviendo a nivel Corte, particularmente desde 1990, Fayt ha tenido actitudes (votos) a mi criterio, muy rescatables.
    Abrazos,

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  11. Genial esta entrada.

    Más allá de lo admirable que es la labor de mr. Fayt, admito que me sigue sorprendiendo el hecho de que tiene 90 años. Ser buen juez es difícil, pero serlo a los 90 con el marulo funcionando con semejante lucidez, es admirable.

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  12. muy buena la nota hoy en Pagina 12En mis Apuntes hice una referencia a la teoria de la Real malicia, cuando puedas pegate una vuelta a ver tu opinion... algo mas Fayt era el único juez de la Corte y a pesar de su edad, q en el Palacio iba a visitar y ver como estaba el Patrocinio Gratuito de la UBA, requisito básico para terminar la carrera de Derecho

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  13. Muy bien por la nota, Gustavo. Amena, con el estilo de siempre. Y comparto tus conclusiones, como ya habia señalado en los posts anteriores.

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  14. Che, ahora hay spammers en el blog?

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  15. Sí, lo que pasa es que este blog, a diferencia de otros, no te hace poner la molesta verificación de palabra cuando commenteás. Entonces, hay motores de spam que pueden entrar y no tienen ese filtro. Igual son poquísimos, cae uno por mes. Espero que siga así así no hay que poner la verificación. Dicho sea de paso, es notable cómo ha bajado el spam en general en la web.

    Ahora ya los limpié.

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  16. Tranquilo, que era solo para alertarte e informarme. De hecho, es la primera vez que veo uno aca.
    Abz,

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  17. Tranquilo, que era solo para alertarte e informarme. De hecho, es la primera vez que veo uno aca.
    Abz,

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  18. y perdon por la duplicacion, estoy medio torpe con los enter...

    ResponderBorrar
  19. Otra anécdota más:

    Sucedió al principio de año. Un senador va al encuentro para reunirse con Fayt.

    Apenas se encuentran, Fayt le dice:
    " ponga las palmas de la mano mirando hacia mi"

    El senador, algo sorprendido, lo hace.

    Fayt se pone en posición de boxeador ( similar a la foto de esta entrada ) y empieza a golpear las manos del senador.

    Al terminar agrega: " Y , qué me cuenta?, 90 años!! "



    Saludos,
    Seba

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  20. Sacando los fallos muy mediáticos , y los de trascendencia política la Corte “ la hacen “ los secretarios letrados.

    Es así desde siempre. Al igual que suceden muchos otros lugares de la justicia y demás ámbitos.

    En el 90% de los fallos , los ministros firman y se acabó. A lo sumo le indican antes de hacer una sentencia la idea que tienen en mente.

    Así funciona.

    Son cargos políticos ( como bien dijo Petracchi una vez ). Aunque hay excepciones.
    Por nombrar a uno, Belluscio trabajaba a la par de sus letrados. Y era quien menos letrado tenía, además de conocer todos los fueros.

    El día que se vayan los grandes letrados que hay en la Corte y , eventualmente, no sean remplazados por gente idónea y de la misma capacidad, el tribunal comenzará a tener problemas muy grandes.

    Anécdota de Belluscio – para mí el mejor ministro de la Corte -:
    Cuando se estaba por jubilar, cuentan que al anunciarles esta decisión al resto de los ministros , más de uno se agarró la cabeza y pensó: “ cagamos, ahora tenemos que empezar a estudiar….civil, comercial, internacional, administrativo, etc”

    Saludos,
    Seba

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  21. You are a very smart person!

    rH3uYcBX

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  22. Leo este post por los 90 pirulos y veo que ya llegamos a los 95... Llegaremos a los 100?

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  23. Ya va por los 97... pero lo que importa no es solo que llegue a vivir más, sino que siga compartiendo su incalculable experiencia y obrando con el conocimiento de su increíble lucidez :D

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