Memorias de un espectador compulsivo

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Una de las reglas del contrato de lectura de Saber Derecho es la de que no se postea no-derecho. Otra de las reglas es la no-autoreferencialidad. Bien, este post -que en algún momento había prometido- es una grosera excepción a ambas reglas.

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Al 1 de enero de 2008 había visto, en mi vida, 1665 películas.

Cada una de ellas ocupa un renglón en el Excel, en un archivo que se llama movie3.xls y que mantengo desde hace unos diez años; acá pueden ver una captura de pantalla (en esta, y en las que siguen, click sobre la imagen para verlas aparte, más grandes).




En la columna de color cambiante (verde, ocre, roja) están las calificaciones, en un puntaje que -en escala arbitraria- va del uno al siete.


Antes era una base en Quattro Pro (!), que tenía funcionando en modo texto. Y antes de eso, era un archivo que llevaba en una serie de fichas de papel. Con el tiempo le fui agregando las películas que iba recordando haber visto ("stock" no inventariado), al tiempo que le agregaba el "flujo" de nuevas.

Durante un lapso (quizá hasta el 98), el archivo cumplió una "función": evitar torturarme haciendo memoria sobre el nombre del director de, por ejemplo, "Cuando sopla el viento" (Jimmy Murakami, 1986). Ahora esa utilidad ya no es tal, es mucho más fácil entrar a IMDB (Internet Movie Data Base, el santo grial del cine mundial) y aparecen todos los datos que uno necesite.

Otra utilidad que tuvo fue que con esta base aprendí todo lo que sé sobre Excel, que es bastante. Luego inicié mi base de libros, para catalogar la biblioteca. En algún momento hablaremos de ella.

Ahora ya movie3.xls es una especie de bitácora del celuloide, que mantengo con la utilidad de darme el gusto de poner mis propias calificaciones, hacer memoria y sorprenderme con algunos cambios de tendencia que quizá no habría advertido de otra forma. Les cuento, acá, algunas.


Cada día veo menos

Desde 1995 hasta 2003 vi más de 100 películas por año (piensenlo, si quieren, como más de dos por semana en promedio). De ahí en adelante, la debacle, un cuesta bajo que sólo se cortó en 2007, sin revertirse tampoco: empatamos las 65 películas de 2006.



Entre otras explicaciones posibles, quizá debo decir que los años de mayor consumo cinematográfico coincidían con la época en que estudiaba y leía más "derecho".

Razones: Ahora leo/estudio bastante menos "derecho" y entonces me queda resto y stamina para seguir leyendo "no derecho". Las películas que veo de menos son los libros no-jurídicos que ahora leo de más. Es que si uno ha estado estudiando varias horas civil 4, o analizando un recurso extraordinario y el fallo que lo resuelve, no hay margen para leer nada en formato textual, sólo está abierto a, y deseoso de, una distracción visual.

Enmienda a las razones: en verdad, y no hay excel que me demuestre esto, no leo "menos" derecho. Seguramente es "más", en páginas, que cuando estudiaba, pero lo hago en mucho menos tiempo: me he vuelto más eficiente. Supongo que es algo natural, una de las ventajas de la especialización, de la antigüedad. Habrá, también, otras desventajas.

No-razones: salvo la lectura, en ningún momento de este período hubo competidores serios al cine. Ahora veo más teatro, pero debo haber ido una docena de veces en 2007, no es cuantitativamente importante. Jamás sucumbí a ver "series", salvo un poquito de Ally McBeal y de SNL circa 2000/2001. No sé de qué se trata Lost, ni Seinfeld, ni CSI. Prefiero ver una película CPB (con peligro de bodrio) antes que ver una "serie". No creo que me esté perdiendo gran cosa. No hay otra cosa que vea en tele que no sea cine.


Sobredosis de TV

Y ha sido mucho el cine visto por TV. En el "histórico" global, consumí "en pantalla grande" sólo el 27 % de las películas. El resto se desglosa en un 12 % de películas alquiladas (DVD/Video) y un enorme 61 % de pelis vistas por la tele.

Ahora bien, vean cómo cambia esto si ponemos el foco en 2007. Este año vi por tele sólo el 25 % de las películas que ingresaron a la base. El resto se divide por partes iguales (37,5 %) en cine y alquiladas (lo cual implica una apuesta más consciente: son películas que uno deliberadamente ha querido ver). Esto coincide con mi percepción de que la oferta de cine en cable es mucho peor de lo que era algunos años atrás (Quizá algo de esto podría cambiar si tuviera sistemas de cable premium, o Europa-Europa, que no está en mi abono).

Nunca descargué una película de la web, así que supongo que no me van a hacer esas cosas terribles con que nos amenazan en sus concienzudas advertencias.


Foreign language

Cualitativamente, creo que soy el eslabón perdido entre el espectador sofisticado y cinematófilo como Gargarella y el cultor del cine pochoclo que ve todos (y sólo) los tanques de Jóligud. Estoy con un pie en cada lado, y a veces deliro que soy el "espectador medio". En cualquier caso, este desagregado del global muestra cómo come el pacman del cine americano:


Ok, no es todo cine (norte) americano, en ese 74 % hay algo de "Reino Unido". La base no está organizada por país sino, como los premios de la Academia, por el lenguaje en que se habla la película. Una anomalía es que se acumulan en "mute" todas las películas del cine mudo, provengan de donde provengan. Así que El Acorazado Potemkin y Nobleza Gaucha caen en la misma bolsa que El gran dictador y El hombre sin brazos.


As time goes by

Si he visto muchas más películas "viejas" que el espectador promedio.



Mi objetivo es que todas estas columnas lleguen al cien. Un aliado insuperable en esa tarea es el excelente ciclo "Filmoteca" que se pasa en la tras - trasnoche de Canal 7, coordinado por Fernando Martín Peña y Fabio Manes. No dejen de verlo.


Directors cut: Allen, Spielberg, Hitchcock

Una de las solapas de la página calcula un "índice" que puntúa directores. Es una ecuación compleja, que busca equilibrar los tantos. ¿Cómo comparar a Woody Allen con Stanley Kubrik? Allen hace una película casi todos los años y claro que tiene muchas flojas. Kubrik tenía un promedio de calidad hiper-alto, pero "productividad" baja. El mix que elaboré balancea estos y otros factores, y el resultado creo que refleja bastante fielmente mis preferencias: miro esa solapa y el top ten queda así (a la derecha figura el número de películas que he visto de c/u).


1ALLEN, Woody28
2SPIELBERG, Steven17
3HITCHCOCK, Alfred13
4SCOTT, Ridley14
5COPPOLA, Francis Ford9
6ALMODOVAR, Pedro10
7WILDER, Billy10
8SCORSESE, Martin10
9KUBRICK, Stanley4
10CHAPLIN, Charles9


Hay un problema que me altera el ranking. Pasa con Lon Chaney, con Buster Keaton y con los Hermanos Marx: todas sus películas son "de ellos" aunque no fueran dirigidas por ellos. Pero los tres están en mi cuadro de honor (p.ej., en mi opinión, Keaton es más que Chaplin).

El primer director argentino en la lista es Adrián Caetano, director de las excelentes Bolivia (2001), Un oso rojo (2002) y de Crónica de una fuga (2006, esta me pareció la más floja, aunque muy buena igual). Si contamos como de él la que co-dirigió con Bruno Stagnaro (Pizza, Birra, Faso, 1998) son 4 películas que lo dejan en el puesto 21, un escalón por arriba de Quentin Tarantino.

El # 156 (último entre los directores listados, aquellos que tienen al menos 3 películas vistas por mí) es Armando Bo. Sí, vi algunas películas de Isabel Sarli, y no debemos hacer concesiones: honestamente, no resisten ni la mirada de lo bizarro.

(continúa en Top ten de las mejores nueve películas de todos los tiempos)


Lnks

- sitios de cine, todos amigos, recomendados, con garantía de calidad de Saber Derecho -


- Otros cines
- El Amante
- Cinematófilos
- Cine Nacional (base de datos a la IMDB, pero criolla)
- Cines Argentinos (muy útil para saber los horarios y las críticas de las películas en cartel)

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Posdata off-excel: 2007 también fue el año en que no compré ningún disco (en 1998 recuerdo que compraba más de dos por semana) y el año en que no fui a ningún show de música. En compensación, empecé a aprender guitarra. New Year´s Resolution: Quiero tocar la guitarra todo el día, y que la gente se enamore de mi voz.