El cuaderno táctico de Robert Alexy: Suárez no debe ser sancionado

El mail de Alexy empieza así:
Nenn's Glück! Herz! Liebe! Gott!
Ich habe keinen Namen
Dafür! Gefühl ist alles;
Name ist Schall und Rauch,
Umnebelnd Himmelsglut.

Y se expide sobre una cuestión que el profesor alemán considera "estrictamente jurídica" esta vez, y que debemos por ello priorizar a todo debate "meramente táctico".

Dice Alexy

He debatido este tema extensamente con Jordi Ferrer y Michele Taruffo, y ambos me han dado la razón. No existe prueba real de que Suárez haya mordido efectivamente a Chiellini.

Primero veamos los hechos.



La reconstrucción fáctica que se advierte no es otra que esta:
  • Suárez avanza para desplazar a Chiellini simultáneamente con cabeza y brazo derecho.
  • La idea física de Suárez para conseguir espacio es usar dos puntos de contacto: usar su cabeza como ariete para pegarle a Chiellini en el omóplato y su antebrazo derecho para desplazarlo en la zona lumbar.
  • Cuando Chiellini siente el brazo derecho del rival en su espalda, su física instintiva contrarresta de este modo: se afirma en su pie derecho y desplaza su centro de gravedad a su izquierda y hacia abajo para compensar el empujón de Suárez. Recuerden que todo objeto es más estable cuanto más bajo sea su centro de gravedad: Chiellini aplica este principio físico para evitar caerse sin ceder la posición.
  • Como Chiellini se agacha un poco, la cabeza de Suárez pasa de largo por arriba de la zona que pensaba presionar (omóplato) y le pega en el hombro, generando un choque de hombro con dientes. Sean todo lo cínicos que quieran, pero les aclaro: no es lo mismo que morder a lo Tyson. 


Este es un análisis frío, pero combinado con mi experiencia de veinte años de zaguero central titular en el equipo de la Universidad de Gotinga, de los cuales pasé diez años marcándolo a un jugador sucio y metecodos como Gunther Jakobs, razón por la cual me considero altamente más calificado para opinar del tema que los plateístas de diván que retuitean memes en las redes sociales.


Ahora veamos la jurisprudencia de la FIFA.

La simulación de Rivaldo, hecho por el cual fue suspendido, resultó innegable:



Y el caso de Tassotti vs. Luis Enrique es este:




Con esto en mente, volvamos al caso de Suárez.


  • A diferencia de los otros casos, en el video no se ve con claridad que Suárez haya "mordido" a Chiellini. Lo dijo Pepe Mujica y tiene razón. 
  • Todo lo que hay es la prueba "indiciaria", la marca de los dientes de Suárez en el hombro de Chiellini. Esa secuela se puede explicar perfectamente por la fuerza normal de todo choque entre dos oficinistas que se choquen caminando en un pasillo. A contrario sensu, teniendo en cuenta el tamaño equino de las piezas dentarias frontales de Suárez, puedo postular la siguiente proposición: si efectivamente hubiera querido morderlo, a Chiellini le tenían que poner seis puntos de sutura.
  • Ya más específicamente: la prueba indiciaria no es incompatible con la reconstrucción de los hechos que hemos compaginado, conforme a la cual lo que hubo fue un roce propio de un juego físico intenso (choque de hombro y dientes) y no un delito de leso fútbol. 
  • Eso lo diferencia del caso de Tassotti: la prueba indiciaria es incompatible con ninguna otra cosa que no fuera un tremendo codazo.
  • En procedimientos de oficio, para evitar la multiplicación de reclamos, sólo deben ser sancionados hechos donde el infractor haya tenido una culpabilidad flagrante, de modo que el principio de beneficio de la duda se extrema en las instancias de sanciones ex post partido.
  • Toda persona debe ser juzgada por sus actos y no por sus antecedentes. En ese sentido, que Suárez haya mordido antes a otros rivales no implica que debamos invertirle la carga de la prueba en toda otra situación dudosa análoga. 
  • Si no hay prueba directa, y la prueba indiciaria es ambigua, no veo razón por la que la FIFA tenga motivos para fundar una sanción de oficio a Suárez.
  • Argumento en subsidio de lo dicho: es claro que hay infracción de Suárez, por la temeridad con la que usa su cabeza como ariete. De haberlo visto el juez, puede haber sido una amarilla o una expulsión (disputable). En ningún caso nada que merezca más de una fecha. La idea de suspender a Suárez por cuatro partidos por eso es un delirio.