Radiografía de la Corte en 2017, prosa y cifras.


Ayer escribimos aquí una selección (comentada telegráficamente) de los casos más importantes de la Corte en 2017.

Hoy vamos a ver qué pasa en la dinámica de la Corte a la luz de alguna estadística, y para eso nos basaremos en una selección algo más amplia de los casos que reportamos ayer. En concreto, en una lista que armamos ad hoc bajo criterio de relevancia técnica y/o institucional, de 44 casos, que puede verse en este enlace. Por si acaso, aceptamos sugerencias de casos que pudieran ser sumados allí.

Todos los números que siguen entonces están calculados en función de ese segmento "círculo rojo" de fallos, no sobre el multitudinario total de los casos (lo que ocultaría la verdadera dinámica de la Corte bajo el humo del consenso extendido en rechazos formulaicos).


Mayorías y minorías

Antes que nada: computamos mayoría y minoría tal como lo ponga la Corte en el fallo. Esto implica que si hay un "en disidencia parcial", para nosotros es un voto en minoría, y si es un "por su voto", para nosotros es mayoría.

Dicho esto, tal como explicamos en 2008 en una matemática de la disidencia, en cortes de siete o nueve es menos frecuente estadísticamente que se den fallos resueltos por un voto. Siendo este el primer año natural desde 1988 en que la Corte funciona con cinco miembros, es dable esperar que haya más de estos casos. 

  • El 43 % de los casos notables salió con disidencias. Puede parecer algo disperso, pero es la línea del promedio histórico, que considerando casos relevantes desde 1983 me da 41%.
  • El 17 % de casos salieron con la mayoría mínima (3-2), algo por encima del promedio histórico (10 %), pero debe tenerse en cuenta que durante años la Corte funcionó con 7 y con 9 y eso bajaba las chances de mayorías mínimas. 
  • De los importantes, el único que salió 3-2 fue "Muiña" (2x1 a condenados por delitos de lesa humanidad). Y con un poco de viento a favor podríamos reputar importante a "Flores" (un caso que no estaba en nuestra lista de ayer, y que acaso debió estarlo, en donde la Corte se pronuncia por la validez del límite de cobertura establecido en el contrato de seguro obligatorio automotor) así que serían dos (o tres, si computamos las disidencias parciales del disperso "Gimbutas").


Evaluación política

No hay mucho que ver en el período en el rubro "La Corte frente al gobierno". Está el caso del Fondo del Conurbano, que podría interpretarse como un guiño de la Corte a la PBA y por ende al gobierno nacional, que no llegó a fallo de fondo. Salvo que computemos "a favor del gobierno" la resolución en contra de la sindicalización policial, nos queda "Barrera Echeverría", donde la Corte rechazó un amparo para responer en el empleo a despedidos de Lotería. Y no mucho más.

En algún momento, cuando haya más puntos de datos, podremos retomar una evaluación más precisa de la influencia de la Corte en líneas de apalancamiento o de controversia de la política de coyuntura. Puede decirse, por el momento, que en 2017 esa judicialización que algunos denuncian como lawfare (y la categoría es controvertidísima, pero eso nos excede) se estuvo sustanciando a nivel comodoresco más que supremo.  Otra cosa fue 2016, con la Corte terciando en los reajustes tarifarios resueltos sin audiencia pública.


Swingers

Se puede poner la lupa en los casos 3-2, en los que un cambio de voto cambiaba el resultado. Así construimos el índice swinger (por swing vote) calculando la proporción de casos en que un ministro dado quedó del lado de la mayoría en estos casos disputados.
  • El premio swinger le corresponde en 2017 a Rosenkrantz, que quedó del lado de una mayoría 3-2 en el 15,91% de los casos (esto significa que esa es la proporción de casos que se hubieran resuelto diferente si él cambiaba su voto). 
  • El segundo lugar lo comparten Highton y Lorenzetti con 11,36 %; atrás quedan con 9,09 % Rosatti y con 6,82 % Maqueda.

Es por el momento una curiosidad estadística. Sólo un alto índice swinger sostenido en el tiempo nos puede revelar que un ministro o ministra es verdaderamente un swinger (en los términos, ejem, aquí definidos) que tiene estadísticamente mayor influencia que sus pares en el resultado final de lo que decide un tribunal.


Disidencias 

Siempre computando exclusivamente la "muestra" de casos relevantes vemos que:
  • Los recién llegados fueron los más disidentes: 20,51 % Rosatti y 14,71 % Rosenkrantz. Algo de esto puede tener con la Ley de Holzman que enunciaremos más adelante.
  • Maqueda fue disidente en 14,29 %, Lorenzetti 10,00 % y Highton en el 7,32 % (estos números se calculan sobre sus propios votos, no sobre el total de casos). 
Lectura: estadísticamente es falsa la afirmación de que "Lorenzetti perdió la mayoría". Si es algo más elevado que su histórico previo, que era de 6,04 % (y tampoco era el más bajo del tribunal, Maqueda tenía 5,76 %, número que es el más bajo en porcentaje de disidencias en jueces de larga duración).

Pero en general, ya se ha dicho, el tribunal está bastante cohesionado, con la salvedad que indicamos a continuación.


Unipersonales

La Ley de Holzman (ley que me acabo de inventar) dice que las vocalías nuevas tienen tendencia a escribir sus propios votos. Esta afirmación puede predicarse como una constante histórica de todo juez que se incorpora a un tribunal colegiado, y ya sea el mismo, o su equipo de relatores, tiene ansiedad de hablar y encontrar su propia voz.

Al tiempo, las vocalías veteranas en cambio dosifican más sus intervenciones solistas, y las hacen sólo estratégicamente cuando terminaría siendo estrictamente necesario (la menor "productividad" sucede por múltiples razones: por apaciguamiento de fervores, por vocación de camaradería, por fatiga de materiales, etc.).

Dicho esto, el dato que vemos es Ley de Holzman con esteroides: en los casos importantes de nuestro círculo rojo Rosatti hizo su propio voto en el 41,03 % de los fallos, y Rosenkrantz lo hizo en el 32,35% de los fallos. Números altísimos para los estándares históricos que vemos en el tribunal, que indica que -siempre dentro del corralito de "casos relevantes"- un ministro vota solo en el 13 % de los casos.

Vamos a ver que pasa con estas vocalías en los próximos años, cabe suponer que lo más probable es que se acompasen a la media.

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Y se nos fue el año.

Al margen, y siendo este el último post del año, aprovechamos para mandarles a los lectores del blog un apacible y feliz año del señor de 2018. Gracias por volar con nosotros y vuelvan prontos.